La LGTBfobia, al igual que la violencia de género, hunde sus raíces en cuestiones estructurales y culturales de una sociedad sexista y heteronormativista. Por tanto, está en nuestras manos superar los prejuicios construidos socialmente y concienciarnos de que podemos transformar una sociedad que, en muchas ocasiones, nos encorseta, nos encasilla... nos limita como personas.
El 13 de junio del año pasado un hombre de 29 años abrió fuego en una discoteca popular entre la comunidad gay en Florida (EEUU), matando al menos a 50 personas e hiriendo a otras 53. De ahí que hayamos querido recordar hoy esta canción por Orlando; pese al camino recorrido, todavía queda mucho por andar.
Ojalá "nuestras manos" se conviertan en instrumentos de cambio, que posibiliten un mundo más equitativo y justo, más respetuoso con las diferencias, donde podamos ser y sentir con plenitud y libertad.
Ojalá "nuestras manos" se conviertan en instrumentos de cambio, que posibiliten un mundo más equitativo y justo, más respetuoso con las diferencias, donde podamos ser y sentir con plenitud y libertad.
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